José Pedro Chingolo Ruiz describe los efectos de una tormenta inesperadamente intensa que azotó la ciudad. 

En diez minutos cayeron 31 mm de lluvia, acompañados de granizo y fuertes ráfagas de viento (39 km/h).  Esto provocó inundaciones, principalmente en el microcentro, debido a la gran cantidad de agua caída en tan poco tiempo.  Se reportaron cuatro árboles caídos, lo que a su vez derribó postes de luz y fibra óptica, afectando especialmente la zona de Cazadores Correntinos, entre Paul Grusá y Cazadores. 

Chingolo destaca que si bien la alerta meteorológica estaba prevista, la magnitud de la tormenta sorprendió a todos.  La intensidad de la lluvia, junto con el granizo que duró alrededor de 6-7 minutos, saturó rápidamente los sumideros, agravando las inundaciones. 

A pesar de los daños, Chingolo afirma que la ciudad está normalizada al día siguiente, aunque se registraron casi 19 mm adicionales de lluvia. 

Se hace un llamado a la colaboración ciudadana para mantener limpios los sumideros, evitando obstrucciones con hojas y basura, y se recomienda circular con precaución debido a la posibilidad de cables cortados. 

La experiencia sirve como recordatorio de la importancia de la prevención y la colaboración vecinal para mitigar los efectos de eventos climáticos extremos.  Chingolo enfatiza la necesidad de estar preparados para futuras lluvias, monitoreando los pronósticos meteorológicos y tomando las precauciones necesarias.