Franco Colapinto llegó a Hungría en un mar de dudas. Y no solamente por el ruido a su alrededor que ponía (y pone) en jaque su futuro inmediato en la Fórmula 1. De hecho, ante la pregunta de un periodista inglés en la previa al arranque de la actividad de la 14ª fecha sobre si se veía en el auto a la vuelta del receso de vacaciones que comenzará este domingo, el argentino respondió “no sé”.
Los interrogantes también inundaban la cabeza del piloto de Alpine, lleno de desconfianza con ese A525 que, salvo algunos chispazos, no podía dominar. Colapinto necesitaba un envión que acallara lo externo y soltara lo interno. Y llegó en la clasificación de Hungaroring, en la que se metió en Q2 y largará la carrera desde el 14º cajón.
El viernes de Colapinto había sido muy malo, falto de velocidad y lejos en los tiempos. El equipo trabajó para encontrar performance y el argentino mejoró en el tercer entrenamiento al quedar 13º, ya por delante de su compañero Pierre Gasly. A la hora de la clasificación, el bonaerense marcó 1m15a875 en el último intento de Q1 (fue su mejor registro de todo el fin de semana) y pasó por la ventana a Q2, en la 15ª y última posición que otorga boleto a la siguiente etapa. Afuera se quedó Gasly, quien no encontró ritmo en todo el fin de semana y perdió en toda la vuelta con el argentino, especialmente en el parcial más trabado.
En el grupo de los 15, Colapinto quedó lejos. Perdió el primer intento al exceder los límites de la pista y le sacaron el tiempo. En el segundo, no pudo cerrar una buena vuelta, ni siquiera empardar el tiempo de Q1, cuando la lógica es ir mejorando los tiempos a medida que se avanza en la clasificación. Un punto clave también fue el cambio de la pista, porque el viendo comenzó a rotar (lo hizo notoriamente en Q3) y cayeron algunas gotas de lluvia en la Q1. Eso, generó que su inestable Alpine disparara una falta de grip que fue clave para no poder mejorar su ritmo. El argentino clavó el reloj en 1m16s159 y quedó último en la Q2 y lejos del resto. Finalmente, a Kimi Antonelli le quitaron su marca por pasarse de los límites y avanzó un lugar en la grilla: partirá 14º.
Colapinto, más que nunca, necesitaba pegar un salto en Hungría. El parón de vacaciones es el momento ideal para los equipos que quieran realizar cambios, y eso incluye pilotos. Una actuación convincente, dentro de la endeblez que muestra Alpine, le servirá al argentino para apaciguar un poco el ruido que es real, porque hasta Toto Wolff confirmó que desde el equipo de Enstone hubo contactos por su piloto reserva, Valtteri Bottas. ¿Alcanza con esto? No, claro. Es un envión, pero todo deberá ser confirmado en la carrera, sacando todo lo que su A525 le permita. Tener buen ritmo y terminar en el mejor lugar que su coche le permita será clave para tener un receso tranquilo.